Donado por Orrantino
Por: Ing. Ernesto Maisch Guevara
SEGÚN recientes publicaciones periodísticas la Municipalidad de Lima está considerando un plan de convertir la ribera del Rímac en un circuito turístico. Es un loable proyecto el embellecer el tramo urbano de este curso de agua, sin embargo, este proyecto no debería basarse en la reducción del ancho de su cauce, pues ello significa contrariar a la naturaleza.
El Rímac, en realidad, no es un río sino un torrente de montaña que discurre por la fuerte pendiente (supercrítica), fácilmente erosionable, de la formación aluvial del valle. Descendiendo cerca de 5,000 m en solo algo más de 120 km y, aún en su tramo inferior, que cruza el área metropolitana de Lima, tiene una pendiente del orden de 1% (todavía supercrítica).
Por otra parte, la fuerte inclinación de las laderas de la cuenca y la ausencia de vegetación en la misma, da lugar a que el factor de concentración de las aguas pluviales precipitadas en su cuenca sea muy alto, lo que ocasiona destructivas crecidas que pueden superar los 500 m3/s.
Estudios realizados en el Laboratorio Nacional de Hidráulica determinaron que caudales específicos superiores a 3 m3/ s por metro de ancho de cauce desestabilizan el lecho y se han tenido fehacientes pruebas del inconveniente de estrechar el cauce:
- La invasión del lecho del cauce por pobladores de San Martín de Porres, en los años 40, estrechó considerablemente el ancho del mismo. Como lo que le quitan en anchura la corriente lo compensa aumentando en altura, y como el fondo es erosionable, se inició un proceso de profundización regresiva del lecho que creó un escalón de 17 m de altura al pie del Puente del Ejército, que amenazó esta vital estructura vial, así como la Avenida. Morales Duares. Se tuvieron que realizar costosas obras para afianzar estas estructuras. El material de esta profundización fue trasportado por la corriente colmatando el lecho en su desembocadura, lo que produjo severas inundaciones en el Callao.
- Igualmente el estrechamiento del cauce, aguas arriba del Puente del Ejército, provocaron una profundización del lecho que casi llegó al nivel de cimentación de uno de los pilares del Puente Santa Rosa. Se tuvieron que construir una serie de pantallas de concreto para obligar al Rímac a recuperar su perfil.
- Aguas arriba del Puente Santa Rosa un nuevo estrechamiento puso en peligro el histórico Puente de Piedra, el Malecón del Rímac y el terraplén del Ferrocarril Central. Aquí también, con pantallas de concreto. Convenientemente ubicadas, se pudo levantar el perfil del lecho, enterrando las cimentaciones de estas importantes estructuras.
- Aguas arriba del Puente de Piedra la construcción de la Vía de Evitamiento, en
terrenos del lado derecho del cauce, que ya había sido estrechado por el lado izquierdo por el patio ferrocarrilero de Desamparados, dio inicio a una profundización regresiva que se propagó a lo largo de Zárate hasta poner en grave riesgo la captación de aguas para la Atarjea, construida en 1967, obligando, aquí también, a costosas obras de protección de esta vital estructura.
- Un proyecto de la Municipalidad de Lima, de construir pantallas de concreto, fijadoras del perfil del cauce, entre El Puente de Piedra y el Puente Huáscar, no se llegó a ejecutar y en años reciente el Puente Balta estuvo amenazado por la erosión del lecho cerca de sus pilares.
- La ocupación del lecho del cauce en Huachipa dio lugar a una profundización
que desestabilizó la cimentación de un pilar del antiguo puente que había en ese lugar, que colapsó total mente, lo que obligó a construir una nueva estructura.
Por otro lado, la principal fuente de alimentación del acuífero de Lima, que es una parte importante del abastecimiento de agua a la ciudad, es la recarga con aguas superficiales a través del lecho del cauce. Cuanto más ancho se mantenga el cauce, más recarga se tendrá.
Aguas arriba de la captación de aguas para La Atarjea se ha ensanchado el cauce a 200 m y se ha rigidizado su perfil con pantallas de concreto cada 100 m. Estas pantallas, de crestas horizontales, obligan a las aguas a extenderse sobre toda la amplitud del lecho ensanchado, disminuyendo la descarga específica y aumentando el área de recarga del acuífero. Las riberas se han enrocado y en ellas se han construido graciosos miradores. El proyecto contemplaba extender este tratamiento del cauce hasta Huampaní.
Una posibilidad interesante para el tramo urbano del Rímac, sería, construir pantal las transversales de concreto, de cresta horizontal, cada cien metros de modo de estabilizar el perfil longitudinal del mismo y disminuir la pendiente entre pantallas a un valor subcrítico, de forma que la corriente de agua funcione como un verdadero río, ocupando el lecho de banda a banda, con una pequeña cascada cada 100 m. Para disminuir la pendiente a un valor subcrítico (probablemente entre 0.1 y 0.2%) las pantallas deberán construirse sobresaliendo sobre el lecho, en forma de compensar los cortes y los rellenos. En las márgenes se podría construir amenos malecones, con pequeños parques, donde sea posible hacerlo sin comprometer la anchura que necesita la corriente de agua.
Finalmente, es oportuno acotar que la comisión japonesa que estudió la Prevención de Desastres en la Cuenca del Rímac, recomendó ensanchar el cauce de este a 300 m. Esta recomendación es difícil de seguir, pero, por lo menos, nos lleva al convencimiento de que todo estrechamiento del cauce es inconveniente.
Construcción y Vivienda
Los puentes se está cayendo en todo el Perú por causa de la "canalización" de los ríos. Desde el poblador hasta el presidente pasando por los periodistas exigen canalizar los ríos. Esto va a destruir la infraestructura ya consolidada
ResponderEliminarAleccionador y actual,
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