domingo, 19 de abril de 2015

Ortiz de Zevallos: “Este es el expediente técnico de Río Verde”

Arquitecto que elaboró el proyecto para la recuperación del río Rímac que fue anulado por el alcalde Luis Castañeda Lossio, demuestra que su idea sí consta de sustento técnico: un total de tres mil planos con detalles desde la construcción de un anfiteatro, puentes, servicios de electricidad, agua y hasta un plan de desvíos que se usaría en plenas obras.
Renato Arana

Río Verde era el proyecto que le cambiaría la cara a seis kilómetros de la horrible ribera del río Rímac. La gestión de Susana Villarán dio el visto bueno para su ejecución, pero el proyecto no sobrevivió al cambio de mando con la llegada de Luis Castañeda Lossio.
El nuevo alcalde consideró destinar esos fondos para financiar la construcción del bypass y alameda de la avenida 28 de Julio en el Cercado de Lima: un proyecto que no cuenta con estudio de impacto ambiental y que no tiene la aprobación del Ministerio de Economía y Finanzas.
A pesar de estos serios cuestionamientos, el burgomaestre de Solidaridad Nacional argumentó que una de las razones para desistir de recuperar el río Rímac era que Río Verde no contaba con sustento técnico: "Nunca hubo proyecto".


A esto se sumó lo dicho por Ángel Delgado, asesor legal de la Gerencia de Promoción de la Inversión Privada de la Municipalidad de Lima, quien ratificó la ausencia de un expediente técnico y manifestó que lo único que había del proyecto era "un dibujo".
Esto desató la molestia del artífice del proyecto Río Verde, el arquitecto Augusto Ortiz de Zevallos, quien refuta tanto a Castañeda como a Delgado y asegura que si se hubiera dedicado a exponer los tres mil planos que conforman el proyecto al final nadie iba a entenderlo.
"El expediente técnico que tanto mencionan, significa el conjunto de los planos, especificaciones técnicas, metrados que hacer para que una obra pueda ser realizada", explica Ortiz de Zevallos (ver imágenes en la infografía).

Pero antes, conozcamos más a profunidad el proyecto Río Verde.
Se planeaba la construcción de un malecón de dos kilómetros y medio de longitud con paseos peatonales, plazuelas, bancas. Se habría también ampliado la alameda Chabuca Granda para conectarla con la alameda ribereña.
Además la zona del jirón Amazonas se convertiría en un gran espacio cultural  que complementaría la actividad de los vendedores de libros usados en un área total de 5.114 metros cuadrados. Se conectaría con la zona de Acho (también recuperada para ofrecer varios conciertos al año) por medio de un remozado puente Balta. Y más al este se instalaría el polideportivo Martinete.

Además, la ribera del Rímac tendría un auditorio en forma de abanico que albergaría a ocho mil personas (mucha mayor capacidad que su similar en el Parque de la Exposición) para apreciar eventos culturales, exposiciones, conciertos. En la isla Cantagallo, además, se proyectaba un museo.
El proyecto incluía la construcción de cuatro puentes  ribereños de estilo colgante: Mariátegui, en San Juan de Lurigancho; Martinete y Mainas, en el Cercado de Lima; y Quiroga, en  San Martín de Porres.

PASO POR PASO

Ortiz de Zevallos pasa a explicar cómo es que elaboró el expediente técnico que tantas veces ha sido negado por las autoridades ediles.
Comienza por el anfiteatro, que es una de las figuras más fácilmente reconocidad por el ojo entrenado (ver imagen a la derecha).
"Primero, se necesita establecer un escenario de topografía para determinar dónde va a estar. Luego se pasa al trazado. Una vez que tenga definido dónde lo voy a hacer, pongo los postes y establezco la geometría de todo: con estos radios y ángulos voy a hacer estas tribunas, etc.", inicia.

El estudio de resistencia de suelos también se toma en cuenta para evitar que, a futuro, la estructura (en este caso, el anfiteatro) se hunda por estar construido sobre terreno blando. Señala que el expediente técnico, “para que entienda bien Castañeda y compañía”, es tan minucioso que, por ejemplo, para el caso de las vigas se detalla cuántos fierros las conformarán, el grosor, a qué distancia se van a colocar uno respecto del otro, tipo de material de relleno, etcétera.
"Así yo puedo sacar un presupuesto exhaustivo porque ya tuve la obra especificada, paso por paso", expresa indignado el arquitecto. "No solamente eso –continúa–, además el expediente técnico incluye expedientes de servicios para saber el número de lámparas que se necesita, lavabos, urinarios, sistemas de drenaje para lluvias, cámaras de seguridad, alarmas, para tener una idea".

En cuanto a los cuatro puentes ribereños, el expediente técnico es tan completo que hasta se especifica en qué lugar deberán posarse las grúas, o en el caso de las excavadoras, las dimensiones de los forados y en cuánto tiempo se lograrían.
Otro estudio importante en este punto se refiere a los estudios de base. "Como hay huaicos en Lima en la época de verano, vienen con una fuerza determinada, se estudia el comportamiento del flujo fluvial para evitar que se formen socavaciones en las bases de los puentes. Con esos estudios uno tiene la data para plantear soluciones", afirma.
El referido expediente también aborda el sentido del tránsito, maniobras para que el tráfico no se afecte durante las obras, instalación de paraderos para los que quieran llegar al parque, rampas para discapacitados o tachas reflectivas.

De esta manera, resalta Ortiz de Zevallos, el proyecto se elaboró para evitar el menor impacto externo posible, ya que a diferencia de otras obras de gran envergadura, Río Verde no interferiría con el flujo vehicular de los alrededores. A ese ritmo, calcula, se podría haber tenido listo el malecón en medio año y la construcción de los cuatro puentes en ocho meses.
"Todo está en los planos. ¡Todo, todo!... ¿0 qué es lo que falta? ¡Decisión!", insiste.
Además, el rescate del río Rímac generaría nuevas oportunidades de negocios para los vecinos de las zonas aledañas, al convertirse la zona en atractivo turístico: "En cambio, el bypass no generará
ninguna rentabilidad a la población de la zona".

INTERVENCIÓN CENTRAL

Incluso, algunos de los propios representantes de Solidaridad Nacional, la agrupación de Castañeda, se muestran en desacuerdo con la anulación del proyecto. El alcalde del distrito del Rímac, Enrique Peramás, expresó que tiene esperanza de que Río Verde sea tomado en cuenta por esta gestión, pese a que el alcalde de Lima  dijera que fue por "razones técnicas y de presupuesto".
"Que no lo retome solo el municipio sino también debe haber participación plena del gobierno central", indicó el burgomaestre bajopontino.

Ortiz de Zevallos señala que esta posibilidad no es tan lejana, pues proyectos similares como en Medellín (Colombia) han tenido intervención del gobierno central. Y, continúa, el nuestro lo puede llevar a cabo porque se involucrarían una serie de ministerios.
"Por ejemplo, en el Centro Histórico, el suelo es baratísimo porque no hay demanda, pero si hay un parque inmenso a pocos metros donde puedas ir a pasear, a hacer footing, entonces la percepción de vivir en el Centro cambia porque lo pones en valor. Entonces, las empresas constructoras van a interesarse. Ahí, la cartera de Vivienda generaría que haya una inversión grande", explica.

En cuanto al sector cultura, continúa, se debe apoyar el rescate del Centro Histórico, convirtiendo un inmueble que actualmente es utilizado como depósito en un lugar atractivo para el turismo. "Porque el turista más pasa su tiempo en Miraflores, precisamente porque el Centro no tiene mucho que ofrecerle", lamenta.

CLAVES

Mistura. Ortiz de Zevallos explicó que una de las ideas es que la feria gastronómica Mistura se desarrollase en los malecones al lado del río Rímac.
Se lamenta.  Enterado de la cancelación del proyecto, Gastón Acurio indicó que era 'su sueño' que la feria gastronómica fuera junto al Río Hablador, ya que sería de fácil acceso: "Hace años abogamos por la recuperación del Rímac. Beneficia a toda la ciudad. Generaría miles de proyectos y oportunidades".

Cronología: de Jorge del Castillo a Castañeda​

El arquitecto y urbanista Augusto Ortiz de Zevallos presentó originalmente el proyecto Río Verde en 1981, durante un foro que se realizó en la capital.
Seis años más tarde, esta iniciativa se concretó, publicó y aprobó por el Concejo Metropolitano en el marco del Plan del Centro de Lima, durante la gestión de Jorge del Castillo.
En 1989, el Concejo lo consideró dentro del PlanMet (Plan de Desarrollo Metropolitano de Lima y Callao 1990-2010). El proyecto, que en aquel entonces se llamaba Parque del Río Hablador, fue una herramienta útil para que el Patronato de Lima lograra que el Centro Histórico se declare Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Durante el periodo de Ricardo Belmont, el proyecto quedó perfilado y diseñado, con aprobación del Instituto Nacional de Cultura.
Ya en 1997, el alcalde Alberto Andrade toma el proyecto para recuperar el río Rímac ya que lo considera un plan eje de la ciudad. No obstante, es dejado de lado al tomar el mando de la ciudad Luis Castañeda Lossio.
Recién sería en el 2011 cuando Susana Villarán toma interés en este trabajo técnico. Lo unió al proyecto Línea Amarilla y este último pasó a llamarse Vía Parque Rímac. Hoy, otra vez es dejado de lado por Luis Castañeda.

http://www.larepublica.pe/19-04-2015/ortiz-de-zevallos-este-es-el-expediente-tecnico-de-rio-verde 

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